A mí me encantan. Los fines de semana de invierno a veces me acerco a media tarde a comprar unos cuantos. El colmo del capricho es el día que pido también un poco de chocolate donde mojarlos...por eso leo con agrado en el Tot Sant Cugat que mi churrería de referencia, situada detrás del monasterio de Sant Cugat, tiene un área sin gluten. Sin duda una buena noticia para las personas celíacas, que ahora también pueden disfrutar de un buen producto, hecho al momento, por un establecimiento con solera, y elegir entre el normal, de chocolate blanco o negro, rellenos de crema (sin lactosa)... Vamos, pecado venial! Además de buena nueva para los golosos, que ya están diciendo adiós al congelado (ni punto de comparación), es también una buena noticia desde el punto de vista empresarial porque demuestra que incluso los pequeños comercios pueden ser ejemplo de innovación. En este caso, se trata de la primera churrería catalana con esta especialización.
Equipada con una cocina certificada, los prepara este tipo de churros desde hace más de un año y el boca-oreja ha hecho que más de uno recorra decenas de kilómetros para comprarlos. Así, ya no hay excusa para unos buenos churros. Y para facilitar aún más la compra, se pueden encargar a través de Pideycome.
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