lunes, 18 de mayo de 2015

Nuevas formas de selección de personal

Me cuenta un amigo, ingeniero en el centro de diseño de una importante empresa automovilística, que la compañía ha incorporado recientemente un centenar de profesionales para poder hacer frente a diferentes proyectos. Obviamente el alud de currículums recibido era impresionante. Y en la selección de ese personal, tener un buen perfil de estudios o de idiomas "se da por supuesto". 

A partir de aquí, se tienen en cuenta otros parámetros, y son cada vez más importantes las habilidades sociales. Y para conocerlas, un grupo de seleccionados fue invitado a pasar dos o tres días en un hotel, y allí se sometieron, bajo la supervisión de expertos, a diferentes pruebas y actividades. Con ellas demostraban su capacidad de integración en el grupo, su capacidad de adaptación, de trabajar en grupo, de socialización y de afrontar diferentes tipos de situaciones, de liderazgo, etcétera... 

Naturalmente, ahí no acaba todo. Los jóvenes que entran en la empresa, como en cualquier otra, deberán aprender a progresar paso a paso, a "picar piedra" en proyectos y trabajos quizás no tan apasionantes como puedan haber soñado y son muchos los que recibirán "un baño de realidad" después de creerse, tras salir de la facultad con el título bajo el brazo, capaces de cambiar el mundo y despachar directamente con el director general. No todo se aprende en las aulas.    

jueves, 14 de mayo de 2015

El poder es Davos

"El poder es Davos" es una de las múltiples frases destacadas del historiador Josep Burgaya en el programa Retrats de Jaume Barberà, emitido la semana pasada en el Canal 33 de Televisió de Catalunya. El historiador, autor de L'economia de l'absurd, es demoledor y durante prácticamente una hora lanza un mensaje descorazonador sobre el futuro que nos espera, un futuro en el que el poder ya no está en manos de los gobiernos sino de las grandes corporaciones multinacionales, que manejan los hilos mundiales de leyes y finanzas.

Nos espera un futuro en el que los jóvenes vivirán siempre en precario, alternando etapas de trabajo con etapas de paro y con escasas posibilidades  de construcción de un proyecto personal, profesional y familiar como los que hemos conocido hasta hace unos pocos años. Tampoco lo tendrán fácil los mayores de 50 años, que si se quedan sin trabajo y carecen de una especial cualificación difícilmente volverán a incorporarse al mundo laboral. La sociedad, y eso ya lo estamos viendo, va hacia la polarización, con dos clases principales, la de los incluidos y la de los excluidos, con un sistema productivo que no necesita tanta mano de obra como hasta ahora. Desaparecerá la clase media y ello, sin duda, puede llevar al colapso del sistema, pues un sistema donde una mayoría de la población no puede acceder al consumo  está abocado, sencillamente, al absurdo. 

Todo ello en paralelo al nuevo modelo "low cost" que está llevándose toda la producción a los países en desarrollo, donde millones de personas trabajan en condiciones indignas, en algunos casos en situación de cuasi esclavitud para abastecer a unos países occidentales que se están empobreciendo  (porque han expulsado a sus industrias….) y piden productos baratos. En definitiva, un despropósito.

Aunque quizás sea muy catastrofista, merece la pena ver la entrevista a Josep Burgaya