A pesar del
optimismo de Mariano Rajoy sobre el fin de la crisis, el descenso del consumo
en productos de alimentación parece querer contradecirle. Hablaba ayer con David Company, director comercial de Granarolo Ibérica, de la multinacional italiana de quesos frescos del mismo nombre. En contacto
habitual con las principales cadenas de distribución, explicaba que en Italia
se ha registrado una caída en la venta de lácteos frescos de un 8 por ciento en
volumen y un 4 por ciento en valor. Un porcentaje similar, continúa, podría
aplicarse a España.
Añadía que las cadenas de
alimentación están sufriendo caídas de
ventas de entre el 10 y el 12 por ciento en octubre-noviembre con respecto al mismo
periodo del año pasado, y son evidentes los descensos en los importes medios de
los tickets de compra.
Los lotes de
Navidad han sido también víctima de los recortes en los presupuestos familiares.
Una gran cadena catalana de distribución ha vendido, hasta mediados de
diciembre, unos 300 lotes, cuando el año pasado por estas fechas eran unos
3.000. Y los regalos entre empresas han prácticamente desaparecido.