miércoles, 28 de enero de 2015

Brotes de recuperación económica

Curiosa de profesión, en cafés, encuentros y tertulias con amigos, colaboradores o conocidos, aprovecho para preguntar a la persona que está a mi lado si nota de algún modo la recuperación económica.

Hablando hace apenas una semana con un viejo cliente (el primero que confió en mí) y  amigo, me comentaba que su mujer, al frente de una empresa que comercializa regalos de empresa y objetos de decoración (en tiempos de bonanza tuvo varias tiendas en importantes centros comerciales de Barcelona), ya en 2014 notó una mejora  con respecto a 2013, dato significativo en un sector que es “accesorio” y no se corresponde con productos de primera necesidad. También la empresa que dirige su cuñado, un importante y centenario grupo de productos de limpieza y cuidado de la ropa, había registrado mejoras en las ventas el año pasado.

Ayer, en un funeral, conocí a un ingeniero emprendedor que había montado hacía apenas un año y medio empresa propia en el sector auxiliar del ferrocarril. Ya tenía experiencia en el sector (que exige unas draconianas condiciones y especificidades de calidad a los productos y en el que es muy difícil entrar), se ha asociado con un productor chino y las perspectivas de las que hablaba, a partir de la cartera contratada, eran más que halagüeñas. En el mismo funeral me topé con un antiguo contacto, aparejador y empresario de la construcción teóricamente jubilado, que me explicaba que su hijo la eh dado la vuelta al negocio; ha abandonado la construcción tradicional y ha optado por especializarse en tratamientos concretos (humedades, termitas…). Renovarse o morir. Gracias o a pesar del gobierno, poco a poco aparecen brotes de recuperación.