miércoles, 31 de octubre de 2012

Pequeñas empresas, exportaciones que suman (1)

Los últimos datos del Ministerio de Economía y Competitividad apuntan que las exportaciones catalanas superaron los 38.485 millones de euros, un 6'4 por ciento mas que en el mismo periodo de 2011. En 2010 y 2011 las ventas catalanas al exterior han crecido a ritmo de dos dígitos y han convertido al comercio exterior  en locomotora de la economía.  

Esta locomotora está alimentada, sin duda, por los datos de ventas de grandes corporaciones, pero también por el esfuerzo de miles de empresas pequeñas  que, discretamente y sin titulares, venden sus productos por todo el mundo. Es el caso, por ejemplo, de Comercial de Últiles y Moldes (Cumsa), de Sant Just Desvern. Cumsa  fabrica componentes para moldistas e inyectadores, factura anualmente unos 4'2 millones de euros y da trabajo a más de una veintena de personas. Vende en más de 35 países y recientemente ha abierto oficinas en Estados Unidos.

Es también el caso de Sutran, fabricante de camisetas antisudor nacido de la colaboración con el Centro de Innovación Tecnológica de la UPC  Son camisetas pensadas para personas que sufren hiperhidrosis. Es una empresa muy joven de l'Hospitalet pero que ya vende en Estados Unidos y busca inversores para crecer, lanzar nuevos productos  y mejorar la distribución.

Otro ejemplo es el de Signes, firma de rotulación, señalética e imagen corporativa. Ubicada también en l'Hospitalet, emplea a 25 personas y factura unos cuatro millones al año. En los últimos años está potenciando los proyectos internacionales y ha trabajado, entre otros países, en Marruecos, Alemania, Rusia, Corea del Sur o Túnez. 

miércoles, 24 de octubre de 2012

Ley concursal, loable reforma en un contexto difícil

Días atrás acudí al 8ª Fórum Concursal del Colegio de Titulados Mercantiles y Empresariales de Barcelona, en la que se abordaba la última reforma de la ley concursal, de 2011. Allí escuché un discurso, en boca de un buen puñado de jueces mercantiles de Barcelona, que ya había oído con anterioridad. Hablaban de una reforma, de la ley, y ya van unas cuantas, muy loable porque quiere reducir y agilizar la tramitación de los concursos de acreedores e incluye un nuevo procedimiento abreviado. Pero en la práctica es de difícil cumplimiento. Y lo es porque los juzgados están saturados; sólo en los juzgados barceloneses hay en curso unos 400 concursos, además de otros muchos asuntos mercantiles, y la actual falta de recursos derivada  de la crisis se suma  a las habituales carencias de la administración de justicia. En definitiva: un colapso que impide cumplir los plazos que impone la ley. Y los fines de la ley, dar continuidad a las empresas, topan con la realidad de que la mayoría de concursos acaban en liquidación, en muchos casos porque la empresa acude demasiado tarde al concurso y apenas quedan muebles por salvar. Mientras tanto, persisten lagunas de interpretación de muchos aspectos de la ley, surgen diferencias de criterio en su aplicación entre juzgados y entre ciudades... en fin, cambia la letra de la ley, persisten los problemas. Y en medio de este descorazonador panorama, procesos ejemplares (con pugna Barcelona-Madrid incluida) como el que ha permitido dar continuidad a Cacaolat.    

sábado, 20 de octubre de 2012

Nuevos y viejos negocios

Hace un par de días ha abierto junto al mercado, en un pequeño local, un negocio de costura y arreglos de ropa. Descosidos, dobladillos, estrechar cinturas o acortar mangas serán seguramente parte del día a día de las dos mujeres que allí trabajan. Justo al lado está a punto de abrir una tienda de recambios, accesorios y reparación de bicicletas de montaña. A apenas un centenar de metros, donde antes hubo una joyería hay hoy un pequeño local de venta y reparación de pequeños electrodomésticos. En todos los casos parece que las inversiones en reformas han sido modestas y han aprovechado recursos de los comercios anteriores. ¿Son los nuevos negocios del reciclaje, de alargar en lo posible la vida de ropa, enseres y bicicletas en lugar de tirarlos? ¿los negocios de la crisis y del regreso a décadas pasadas más racionales en el consumo? Y lo que es más importante: ¿regresan para quedarse en el barrio junto a estos nuevos hábitos o se evaporarán cuando vengan tiempos mejores para el bolsillo (si es que vienen)? Al tiempo. De momento, mucha suerte.

lunes, 15 de octubre de 2012

Algo que declarar

En ocasiones pienso que me gustaría compartir aquello que comento con amigos o colegas, escucho en los medios, leo por Internet o simplemente veo yendo por calles y barrios, aquello que descubro en los libros que leo, en la vida cotidiana y en la crisis, cosas que me cuentan cuando trabajo, cosas sobre economía y sobre empresas, cosas que me suceden y todo aquello que me sorprende, me indigna o me subleva. Cosas que ocurren en una era que muchos ni siquiera habríamos imaginado en sueños. Alguna reflexión, muchas preguntas, pocas respuestas. Y con esta intención abro hoy este blog, con la confianza de que su vida no sea efímera y de que a alguien pueda interesar.