Gerard Solà es un ejemplo de que la discapacidad no es un obstáculo para la creatividad y para arrancar un negocio a partir de una afición. Tiene 46 años y una hipoacusia profunda bilateral de nacimiento. Se comunica por vía oral y hace lectura labial. Estudió diseño de moda y es Licenciado en Artes y técnicas de la moda. Artista plástico durante más de dos décadas, la crisis comportó una caída del volumen de trabajo y en 2010 se dirigió al servicio de inserción laboral de la Federación Acapps porque quería dar un vuelco a su trayectoria y ampliar su campo profesional hacia la moda y la decoración de escaparates.
En aquellos momentos coleccionaba osos de tela decorativos, los Teddy Bears, muy populares en Estados Unidos, y se le ocurrió hacer sus propios diseños. Con la ayuda de un libro de viejos patrones se sumergió en el mundo del diseño e hizo los primeros. En una galería de arte quedaron prendados de las fotografías que llevaba de las creaciones y le propusieron hacer una exposición de las mismas.
Aquello fue el principio de unas ventas que tuvieron como primer escaparate la prestigiosa firma de telas Gratacós del Paseo de Gracia de Barcelona, donde los osos vuelven locos, sobre todo, A los turistas, También se venden en la tienda de artículos japoneses Nunoya del barrio gótico, con piezas de inspiración asiática y telas japonesas, y en Homedes (Sabadell). Ahora está trabajando para impulsar las redes sociales y su tienda online. Y ha empezado a exportar. Su primer destino, Andorra.
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