El presidente y fundador del grupo Intercom, Antonio González
Barros, habló el viernes en el Fórum Empresarial del Colegio de Titulados
Mercantiles y Empresariales de Barcelona sobre aquello que ha aprendido de 50
emprendedores de éxito. Precisamente, él es el responsable de éxitos como la
principal bolsa de trabajo de España, Infojobs, y del segundo portal de
descargas del mundo, Softonic, por poner sólo dos ejemplos de casi una
cincuentena de iniciativas, la mayor parte de ellas a través de la red, en las
que ha participado.
González admitió al empezar que ha conocido a decenas de
emprendedores de éxito, si entendemos como éxito que al fracasar se aprende
algo. Y es que cree que vamos mal si "tienes en tu equipo a personas que
en los últimos 20 meses no han cometido ningún error". Esto quizás quiere
decir que son personas que no han trabajado. Una de las características de los
tiempos actuales es la velocidad con qué se suceden los cambios. Lo que ha ocurrido
en los últimos cinco años es mucho más de lo que haya podido suceder en los
cinco anteriores. Según González, no hay ningún motivo para pensar que esto no
seguirá pasando y que los cambios de los próximos años no serán todavía más
acelerados. Por eso, hace falta que los directivos y los empresarios cambien y
con ellos cambien sus equipos para poder adaptarse. Y por su contacto con un
montón de emprendedores, González cree que una virtud que define a la mayoría
es su capacidad para detectar las nuevas
necesidades que van surgiendo, como el fundador de Idealista, que se dio
cuenta, por experiencia propia, de la necesidad de tratar la información inmobiliaria
de manera diferente a como se hacía hasta aquel momento. También es virtud del
emprendedor la capacidad para arriesgarse,
aunque esto signifique darse más de un batacazo sufrir más de un fracaso porque, como decía
Charles Dickens, "cada fracaso enseña el hombre algo que necesitaba aprender".
En consecuencia, hace falta igualmente que sea una persona capaz de levantarse
tras cada fracaso, perseverante y tenaz, comprometido con su ideal.
Y debe tener la virtud de la paciencia para intentar hacer las cosas bien, cambiando las cosas
que haga falta cambiar y haciendo cambiar cosas al equipo. El emprendedor debe
ser optimista y alegre, con una felicidad que debe venir de dentro. Fuera los
cenizos que pueden contaminar el ambiente! Otro trazo distintivo del
emprendedor es el uso del sentido común
para distinguir lo que es principal de lo que es accesorio, lo relevante de lo
aparente, que sea capaz de percibir con criterio el entorno, y debe ser una persona
curiosa: "no concibo un
empresario que no quiera saber cómo funcionan las cosas", que no tenga
deseo de saber, de conocer...y debe ser
imaginativo y con ambición, capaz
de pensar "a lo grande", creativo para pensar diferente pero también
con capacidad de "desaprender",
es decir, abandonar los esquemas tradicionales de aprendizaje y encontrar de
nuevos. La persona emprendedora debe tener capacidad de acción, pasión por las cosas y por trabajar en aquello
que le gusta porque "la vida es demasiada breve para derrocharla en cosas
que no nos interesan". Y, finalmente, el emprendedor debe ser capaz de
despertar confianza en su equipo
(clientes, proveedores, subordinados, compañeros...). González concluyó su
intervención, llena de citas relativas a las diferentes virtudes, con la
anécdota de un congreso en el que, a la hora de analizar las encuestas de valoración,
los asistentes dieron la mejor nota a una persona que no había presentado ninguna
ponencia y que sólo había intervenido unos minutos: la madre Teresa de Calcuta,
que hizo un sencillo llamamiento a conocer a todos aquellos que nos rodean como
paso imprescindible para cambiar nuestro entorno. Habló de conocerla y de quererla,
de conocerla para que haya confianza, confianza para que haya comprensión, y
comprensión para que haya cambio, una comprensión y una confianza no sólo
necesaria entre personas sino también entre los pueblos.
A mi me gustaría que, además de todas las ya citadas, el emprendedor se caracterizara por su bondad. No recuerdo que González la mencionase en su charla y no sé si es estrictamente necesaria para triunfar como emprendedor. Pero probablemente el mundo iría mucho mejor si la tuviésemos todos en cuenta en nuestro trabajo y en nuestra vida.
A mi me gustaría que, además de todas las ya citadas, el emprendedor se caracterizara por su bondad. No recuerdo que González la mencionase en su charla y no sé si es estrictamente necesaria para triunfar como emprendedor. Pero probablemente el mundo iría mucho mejor si la tuviésemos todos en cuenta en nuestro trabajo y en nuestra vida.
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