viernes, 9 de diciembre de 2016

Tecnología y colaboración en el Pier 01 del Palau del Mar


“Si tengo una idea, la comparto”, afirmaba en La Vanguardia el físico de l’Institut de Ciències Fotònicas Maciej Lewnstein. Con esta misma filosofía trabaja en el Port Vell el BCN Tech City, el clúster de empresas tecnológicas nacido en 2013 con el fin de asociar Barcelona a la tecnología y “contribuir al crecimiento del ecosistema surgido de la colaboración con las adminstraciones”, en palabras del director general, Miquel Martí, durante una visita de los alumnos de periodismo económico de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) organizada por José Orihuel, redactor jefe de Expansión Catalunya.

Siguiendo modelos ya arraigados en ciudades como Berlín o Nueva York, el proyecto barcelonés cuenta entre sus partners con el Mobile World Capital Foundation, CaixaBank, Deloitte, Esade o Airbnb, y con el apoyo de Generalitat, ayuntamiento de Barcelona y Port de Barcelona. Persigue, entre otros objetivos, “establecer conexiones con el mundo de las corporaciones más tradicionales”, así como fomentar una fiscalidad más favorable al “talento intangible”, acompañar en la internacionalización, fomentar la emprendeduría y “ejercer de lobby para influir sobre las políticas públicas”. Otra meta es favorecer la relación con las universidades, con las que, explica Martí, en la actualidad es muy difícil trabajar, a diferencia de lo que ocurre en países como Estados Unidos, donde la frontera entre el mundo universitario y el empresarial es a menudo difusa.

Miguel Vicente, con los estudiantes de la UIC
Ahora, la asociación, con más de 300 socios del mundo tecnológico y digital, tiene su máximo exponente en el Pier 01 Bcn Tech City, unas instalaciones de unos 10.000 metros cuadrados en la antigua sede del departamento de  Benestar Social, en el Palau del Mar. En ellas se han instalado más de 1.000 trabajadores de unas 80 startups relacionadas con el mundo de Internet y la telefonía móvil. En poco tiempo ha quedado ocupado todo el espacio disponible, (en principio hay que ser socio para poder instalarse en él) y ya hay lista de espera, lo que ha llevado a empezar a buscar nuevos emplazamientos, a poder ser cercanos, para permitir la entrada de más empresas. Holaluz, Byhours, Team o  Antai son algunas de la decenas de firmas instaladas en el hub.

Convivencia

Precisamente, una de las características del edificio, “aparte de tener la mejor terraza de Barcelona”, es que quiere ser un “espacio de convivencia”, no únicamente en los espacios comunes que tiene habilitados, como la cantina, sino también en las propias salas de trabajo, en las que empleados de empresas diferentes ocupan unas mismas mesas, una buena forma de conocer a profesionales de otros campos, de otros países y proyectos, e intercambiar toda suerte de puntos de vista, con el consiguiente enriquecimiento tanto personal como profesional y, por tanto, aportando valor añadido. Son espacios, cuenta Martí, “donde la jerarquía se diluye”: “la norma es que no hay normas”, asevera el director general. De esta convivencia ha nacido más de un proyecto conjunto.

Sector que crece

Por su parte, el presidente de la asociación, Miguel Vicente, señala que “Barcelona es un potente atractivo para los inversores en tecnología”, un sector que en tres años ha pasado de 5.000 a unos 15.000 profesionales. Ahora, uno de los objetivos actuales de la asociación es atraer a los fondos internacionales para que apuesten por el talento tecnológico de la ciudad. Según cuenta Vicente, en los últimos tiempos, estos fondos han invertido sobre todo, a nivel internacional, en proyectos de renovación tecnológica en el sector financiero, en iniciativas de economía colaborativa, en biotecnología y en la integración del automóvil con el resto de tecnologías y aplicaciones móviles.

Fortalezas y debilidades de Barcelona

Este ranking sería trasladable a España. En el caso de Barcelona, uno de sus puntos fuertes en el ámbito móvil es el “gaming”. Por el contrario, entre las asignaturas pendientes destaca “la convivencia de la universidad tecnológica con el mundo empresarial, relación en la que anda un poco rezagada”. Falla asimismo “que el marco regulatorio sea estable, a fin de dar a los inversores una mayor tranquilidad”, así como el actual tratamiento de las stock options, muy diferente al de otros países de nuestro entorno”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario