Creatividad, caganers y Donald Trump, una combinación peculiar

Escucho por radio (Islàndia, de Rac1) que la firma catalana Caganer.com ha roto stocks estas últimas semanas con su caganer de Donald Trump, sobre todo a partir del artículo que apareció en el New York Times y que fue tuiteado varias veces, con los efectos mediáticos que ello supone. Desde entonces, entre 500 y 600 caganers del nuevo presidente de Estados Unidos parten diariamente rumbo al otro lado del Atlántico. Este boom ha hecho, por otro lado, que las ventas al exterior superen el 60 por ciento del total. No dan abasto pintando figuritas.

La firma de caganers de Torroella de Montgrí, fundada en 1992 y que tiene al frente a Sergi Alós, ha conseguido dar un vuelco a la tradicional figura escatológica, convirtiéndola en presa de colección y souvenir turístico. De hecho, Alós ha contado en diversas ocasiones cómo la apuesta por Obama fue el detonante de esta recuperación, además de ser la más vendida de su historia. Se decidió en verano de 2008 producir 1.000-1.500 unidades del político, y en cuanto ganó las elecciones las ventas empezaron a despuntar arrasaron. 

Junto a Trump y Obama, han puesto cara a los caganers otros dirigentes políticos como la rival de Trump Hillary Clinton, François Hollande, Angela Merkel, el papa Francisco… ello sin olvidar a los futbolistas y entrenadores españoles del momento, personajes de Joc de Trons, Pikachu, Harry Potter o el clásico payés con pipa y barretina que dio origen a la tradición. 

Sin duda, estamos ante una empresa que, aunque pequeña y familiar, ha demostrado grandes dosis de creatividad, visión y riesgo, pero también de deseos de mantener y potenciar las tradiciones.

Por otro lado, y no menos importante, cuenta con la colaboración, para el pintado de las figurillas, de trabajadores con discapacidad intelectual del Empordà, en concreto del Centre Tramuntana de Palafrugell y la Fundació Altem de Figueres, y con el centro penitenciario Puig de les Basses de Figueres.