Lujo de segunda mano

Parece ser que hasta los ricos sufren la crisis, o al menos los amantes del lujo, aquellos artículos sólo al alcance de los más pudientes. Y para que esta crisis sea más llevadera, ha nacido el portal  Armario de lujo. El lema de la iniciativa, según sus impulsores, es: “Cómprate a mejor precio lo que te quedaste con las ganas y véndete lo que no te pones, ya que a otros les encantará". 

Sin duda una idea más para hacerle frente a la crisis, necesaria para quienes no pueden pasar sin sus caprichos de marca pero también para aquellos que, porque están cansados o necesitados, deciden desprenderse de lo que quizás en su día fue lo más fashion. Además, no lo olvidemos, es una idea beneficiosa para el medio ambiente, pues se pueden evitar muchos residuos en el vertedero. 

De todos modos, y admitiendo que también yo he sucumbido alguna vez a las marcas, no puedo evitar recordar como, paseando por Rodeo Drive, en Los Angeles (aquel paseo en el que Pretty Woman se puso al día en vestuario chic), un guía turístico afirmaba que lo mejor de pasear por allí era darse cuenta de que no necesitaba nada de todo aquello.

Dicho lo cual, le deseo lo mejor a este nuevo negocio, puede tener muchos seguidores.

Pero esta no es la primera iniciativa que surge en este campo. Me cuenta Dolors Massot, periodista experta en moda, tendencias y cultura y profesora de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC), que en la misma línea, o muy similar, trabajan los portales Luxe a porter y Vestiaire Collective. Además,  son muchos los negocios de subastas que han abierto una división de  moda, textiles o artículos vintage. Destaca  Setdart, pero también Arce Subastas,Bonanova Subastas o Sala de Ventas, entre otras. Explica Dolors que van muy buscados los bolsos Kelly (los llevaba Grace Kelly) de Hermés. Seguro que a más de uno le suenan. Sin duda, el mundo del lujo ya no es lo que era y se ha democratizado (los auténticos usuarios del lujo deben llevarse las manos a la cabeza), la moda está cambiando y la segunda mano se impone y viene para quedarse, siguiendo la estela de una corriente ya arraigada sin prejuicios en algunos vecinos del Norte de Europa.